Cuando se trata de enseñar a los niños como comportarse, los padres y los maestros reconocen que premiar la buena conductiva puede ser más efectivo que penalizar la mala conducta. Sin embargo, en algunas ocasiones la manera en que premiamos a los niños (¡o a nosotros mismos!) puede promover conductas poco saludables. Ofrecer un dulce por una gráfica de buen comportamiento, una fiesta de pizza por una asistencia perfecta o una reunión para comer helados por una semana de portarse bien… Todas estas acciones parecen “regalitos” divertidos e inofensivos, pero en realidad transmiten un confuso mensaje: si se presenta los dulces y otros productos no saludables como las recompensas por las que trabajamos, entonces los alimentos saludables no son valorados del mismo modo… o pueden parecer un tipo de castigo. Además, esos premios no saludables pueden añadir montones de azúcar extra a la dieta de su niño, ¡algo que de por sí puede desembocar en… mala conducta!
Los padres pueden hablar con la/el maestra/o de su niño o con los administradores de la escuela sobre las reglas relacionadas con los premios para los estudiantes. Los maestros pueden sentirse contentos de saber que ellos tienen el apoyo de los padres para hacer cambios. Comparta estas ideas para premiar la buena conducta:
- Premios individuales: líder de línea, ayudante de la/del maestra/o, una nota certificada o escrita a mano, caja de tesoros con premios no comestibles (lápices, gomas de borrar, adhesivos, etc.).
- Premios para toda la clase: recesos extra, una fiesta de baile, una fiesta con ensalada de fruta.
Para más información e ideas sobre recompensas saludables, visite FSNE Toolkit (página en inglés)
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